"Alzira": cuando Giuseppe Verdi idealizó al Perú y su tragedia en una ópera

13/07/2018
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Inspirado en la resistencia indígena en el Perú colonial, el compositor italiano creó esta obra a mediados del siglo XIX. Montaje se presentará en el Gran Teatro Nacional

Enrique Planas

Lima en los primeros años del dominio español: el caudillo indígena Zamora y su novia, la noble Alzira, conspiran contra el régimen español. Tras un cruento enfrentamiento, Zamora es dado por muerto, mientras Alzira es obligada a convertirse al cristianismo y aceptar la propuesta matrimonial del odioso gobernador Guzmán. Sin embargo, Zamora reaparecerá para frustrar la boda y herir a Guzmán de muerte. La estocada, para el español, resulta una epifanía, pues hará que el moribundo reconozca sus culpas, perdone a su atacante y le encomiende el gobierno del país. Conmovido, Zamora acepta convertirse al cristianismo antes de unirse en matrimonio con Alzira. Por fin el Perú tiene en ellos a su feliz pareja gobernante.

Escrita por Voltaire, pensador capital de la Ilustración francesa, "Alzire, ou les Américains", montaje teatral estrenado en París en 1736, colocó a nuestro país en el centro geográfico de la tragedia épica, escenario donde se reflexiona sobre la tiranía, la nobleza inherente del "buen salvaje" y el culto a una religión bien entendida, basada en el amor por la libertad y la justicia. Tales eran los ideales consagrados por la ilustración.

Casi un siglo después, en 1845 Giuseppe Verdi compuso "Alzira", entregado al exotismo que tanto fascinó a la Europa de mediados del XIX. El italiano echó mano a la obra de Voltaire, y transformó sus humanistas tesis en un romance trágico. Sin embargo, no logró con ella el éxito conseguido con su fastuosa "Nabucco" tres años antes. Incluso hoy, se trata de la obra menos interpretada del compositor. En Lima, su última puesta en escena data de más de un siglo atrás.

Para el director escénico Jean Pierre Gamarra, llevar "Alzira" al Gran Teatro Nacional, en una producción del Coro Nacional y de la OSN, resulta una gran responsabilidad. "Soy un amante de la ópera. Sin embargo, para mí, sin teatro la ópera no existe. Siendo peruano, y dirigiendo una ópera de Verdi ubicada en el Perú, la responsabilidad es mayor, pues tengo muchas más cosas que decir", explica el regista peruano radicado en Europa. "Si el Ministerio de Cultura invierte su dinero en una ópera, esta debe ser algo más que un mero espectáculo. Debe tener una conciencia crítica que movilice al espectador", afirma Gamarra, que asume la dirección escénica junto con el español Óliver Díaz en la dirección musical y el maestro Javier Súnico en la dirección general.

"Alzira" es la obra de un joven compositor llevado por el exotismo que demandaba el público. Y, como Voltaire, Verdi no destinó mucho tiempo en la investigación histórica. "Es el momento de darle a la 'Alzira' de Verdi aquello que debió tener", promete Gamarra.

¿Y cómo lograrlo? Para el regista, se trata de alejarse del romanticismo trágico verdiano y volver a un original enfocado en el conflicto religioso. "Voltaire habla claramente sobre la violencia religiosa, tema que en la ópera de Verdi se muestra de forma mucho más sutil. Lo que yo quiero hacer es una ópera volteriana que haga justicia a su inspiración inicial", dice.

"Cuando hablamos de dominación cultural, uno de sus aspectos más violentos tiene que ver con el religioso, cuando se obliga a las personas a cambiar su credo. Es algo que podemos ver ahora en Europa, por ejemplo, con el conflicto religioso con la población musulmana", advierte Gamarra, quien también ha eliminado de la escena el contexto colonial para llevar a sus personajes a la Lima de inicios del siglo XX.

Esta nueva visión de la obra de Verdi asume referentes actuales que incluyen las críticas a la política actual y la corrupción expuesta. "Eso hace que el espectáculo tenga una consistencia diferente. Hablará temas mucho más urgentes que un drama romántico verdiano", adelanta el director.

"Yo no quería una Alzira parecida a la Cleopatra interpretada por Elizabeth Taylor, una visión romántica y absurda de la realidad. Ya no estamos en la época del romanticismo italiano. ‘Alzira’ tiene que hablarnos de un pueblo dominado, amenazado por el deseo de poder y la ignorancia. El espectáculo se enfoca desde ese lado, alejándose de una visión exótica, romántica o historicista. En ese sentido, el espectáculo ha cobrado una dimensión más social", añade Gamarra.

MÁS INFORMACIÓN
Lugar: Gran Teatro Nacional.
Dirección: Av. Javier Prado Este 2225, San Borja.
Temporada: 9, 11, 13, 16 y 18 de noviembre, 8 p.m.
Entrada: Desde S/20.