[CLUB DE JÓVENES CRÍTICOS] Café y concierto: Chelos para el alma

17/10/2019
A+ A

 

CC CJC

 

Esta crónica es subjetiva porque surge de este sujeto que estuvo como espectador de un Café Concierto en el Gran Teatro Nacional. No es objetiva... en realidad, ninguna lo es. En este espacio les contaré lo que fue el concierto de Oh Chelos!, según mi perspectiva, el de una joven de 22 años.

La respuesta del público

Llegué 30 minutos antes de la hora indicada. Yo estaba de pie en una esquina, procurando no llamar mucho la atención con mi libreta de apuntes y cámara. La gente ya había copado las primeras filas, las que daban una vista preferencial del concierto que estaban a punto de presenciar.

Adultos, jóvenes e incluso un par de niños eran parte del público de una noche de lunes. Y vaya que a pocos les gusta los lunes, pero yo lo amé. Si alguien me hubiese dicho que ese día la vida me daría un respiro profundo, no le hubiese creído. Iba cargada - como muchos de los presentes - de responsabilidades y preocupaciones que a veces no nos permiten ver lo bella que puede ser la vida.

¡Empieza el espectáculo! ¡Oh Chelos!

El sonido de tacones y la visión de cuatro mujeres y cuatro hombres vestidos de gala acallaron mis pensamientos. Ellos eran Oh Chelos! Y sí, con un signo de exclamación al final, lo que me haría recordar luego el “¡oh, cielos!” que pude haber soltado entre pieza y pieza.

En este concierto, el ensamble de violonchelistas de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil Bicentenario fundado en el 2017, mostró un repertorio que consistió en tocar canciones representativas de diversas partes del mundo. Así, en minutos pasamos de surcar los cielos del Perú con el Cóndor Pasa, a viajar por las noches de Arabia, bailar La bamba de Ritchie Valens con una poca de gracia, y cantar a todo pulmón el New York, New York de Sinatra, entre otros. No fue necesario gastar un céntimo ni moverse unos centímetros de nuestros asientos. Todos éramos viajeros que transgredimos las leyes de espacio-tiempo.

Una varita mágica en la música

Uno de los aspectos más peculiares fue el uso de los recursos que utilizaban para realizar diferentes sonidos. Dado que la agrupación es solo de violonchelos, tocaban estos para hacerlos sonar como percusión, además, tenían unas maracas que los acompañaban en determinadas canciones.  

Dicen que los músicos transmiten su sentir a través de sus instrumentos. Ellos lo conseguían de una manera singular en cada uno de los presentes. La pasión que ponían al tocar cada acorde se mostraba con sus dedos moviéndose rápidamente entre cuerda y cuerda, sus sonrisas al terminar las piezas y sus arcos (la varilla con la que se toca este tipo de instrumento) alzados para recibir los aplausos de un público agradecido por el espectáculo que acababan de recibir.

Creo -o quiero creer- que la mayoría de nosotros salimos de ahí renovados. Con una visión diferente de la vida. Porque la música, señores, también puede sanar el alma.

 

Por: Johana Perleche / johana.perleche@unmsm.edu.pe

 

Violonchelistas: 

Ghislaine Valdivia

Cesar Pacheco

Leo Barraza

Alejandro Salazar

Charlene Portal

Guadalupe Justiniani

Brenda Urtecho

Juan Dávila.

También te puede interesar:

[CLUB DE JÓVENES CRÍTICOS] Un café y una noche sin final

[CLUB DE JÓVENES CRÍTICOS] Música y café para conversar

Lima, 17 de octubre de 2019

El Club de Jóvenes Críticos es un programa del enfoque de Educación del Área de Públicos que se trabaja en colaboración con el @MediaLabUNMSM de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Estudiantes de la escuela de Comunicación Social, participan del programa que les permite entrenarse en la crítica de artes escénicas, a partir de la investigación, observación de los procesos creativos y entrevistas con los artistas y/o elencos que se presentan en el Gran Teatro Nacional.

#JuevesDeCriticas
#ClubDeJovenesCriticos