Etapa inicial
¿Como fue el proceso de elección de actores tomando en cuenta que el factor de identificación debe estar muy presente?
Para nosotros era muy importante el proceso de elección de actores. Creo que el personaje que dejamos para el final, justamente porque era lo más importante, fue el de Carla. Primero seleccionamos al papá, a la mamá y al hombre, a Siri también lo dejamos para después porque sentíamos que tenía que ser alguien que complemente un poco el hallazgo de Carla. Con los personajes “adultos” tuvimos tres opciones de actores, no porque estuviera en cuestionamiento su calidad actoral sino porque teníamos que saber si podían comprometerse a lo que el proyecto implica, que es poder asistir a todos los ensayos que necesitaramos, poder tener ciertas mañanas libres, poder inclusive realizar un viaje a Arequipa y que tuvieran ese fin de semana libre. Eran muchos factores importantes a diferencia de otros proyectos, ya que es una temporada que va hasta fin de año y en fechas salpicadas.
Para el papel de Carla tuvimos diez personas, era muy importante que los chicos se identificaran, que sintieran que la actriz pudiera ser cualquiera de ellos, que parezca de la edad. Para este papel no queríamos un actor reconocido ni conocido, así que apostamos por una joven actriz que acababa de terminar su formación actoral, esta es su primera obra profesional. En cambio, si era alguien que ya viste en una obra de teatro, ya sabes que es actriz y no es como tu.
Queríamos generar esta ilusión de “yo podría estar ahí haciendo esta obra” e intentamos que durante el entrenamiento y parte de los ensayos no se pierda esto. Tenía que hablar como si tuviera diecisiete años, que sus gestos y expresiones pertenezcan realmente a esa generación. En esta obra el nivel de identificación del público con la protagonista era fundamental, eso hace que los chicos se pongan en el lugar y sea más fácil que manifiesten sus opiniones. Por otro lado la obra intencionalmente siembra eso, chicos que están desde semanas previas a visitar el teatro haciendo sus pancartas.
Arte perfectible
Acerca del cambio que hubo entre la primera función y la de ahora ¿qué otros cambios pueden haber?
Lo que el público vaya pidiendo, por eso me encanta el teatro ya que es un arte perfectible. En todas las funciones podemos ajustar algo, probar algo, por ejemplo ahora vamos a probar algo casi imperceptible que tiene que ver con el saludo. Los actores terminan en el escenario marchando, se pagaba la luz, salían del escenario, se prendía la luz y ellos entraban. Sentía que había un tiempo muerto que hacía que el público baje en aplausos. Entonces, ahora lo que vamos a probar es que se queden en el escenario marchando, se apague la luz y cuando se prenda estén todos incluso Joaquín que es el único actor que faltaba.
Esto puede hacer que el público crezca en aplausos más rápido, que no baje la intensidad. Todos los días, por lo menos como director me propongo proponerles algo nuevo que probar a los actores. Por otro lado, también estamos atentos a la participación espontánea del público; por ejemplo, el momento de la manifestación donde estamos actuando con ellos. Alejandra que hace de Carla tuvo la propuesta de leer las pancartas para que los chicos sientan que eso que han preparado está siendo leído y participado.
En la primera función no lo hicimos, no nos dio tiempo, después Ale me dijo: “oye siento que no les hice caso cuando sacaron sus pancartas”. Ahora se da su tiempo de leer e incorporar el mensaje que ellos han traído como parte activa de la obra. Espero que cuando hagamos la función número 12, la obra esté cada vez mejor, esa es mi promesa, que la de hoy sea mejor que la anterior.
La función
Durante la función los estudiantes participan en determinados momentos de la obra, ¿porque y como se da esta interacción?
Una de las cosas que buscamos es que el montaje haga que el público no se sienta utilizado, sino que se sienta parte. No es que en determinado momento ellos debían seguir indicaciones sino que realmente ellos por combustión espontánea sientan que ese es el momento de participar, de hacer los ruidos. Como la obra es sobre la democracia teníamos que ser lo más democráticos posible y no dictatoriales, que sientan la libertad de decidir o que intuyan cual es el momento adecuado para su participación; inclusive en pequeños gestos; por ejemplo, el conversatorio al final de la función.
Las dos primeras las hicimos sentados en el escenario con sillas, para la tercera decidimos que eso era muy frío, muy lejano, así que decidimos estar un poco más cerca y sentarnos en el borde del escenario.. Otro gesto es a la hora del selfie, estar lo más agachados o abajo posible con ellos porque si lo tomas sobre el escenario, las primeras filas van a estar tapadas y prácticamente es como un telón de fondo, queríamos que sientan que son parte activa de la foto y nosotros somos los que queremos fotos con ellos.
Ese tipo de cosas nos ayudan para que el mensaje inconscientemente también se interiorice. Cada función es particular porque manifiestan opiniones descontroladas. En una función las últimas filas pegadas a la cabina donde yo estoy conversaban mucho, debatían sobre la obra, era como si estuvieran viendo la televisión y quisieran compartir sus opiniones, no es que estaban aburridos hablando de otra cosa. Eso es lo interesante, que por lo menos los revolucione de esa manera.
Público adolescente
¿Cómo se maneja el carácter de este público adolescente, tan bullicioso por momentos, y los actores?
Los actores inconscientemente tienden a hacerle sentir al público que están ahí por ejemplo subiendo el volumen de voz porque es normal si yo te estoy hablando y tú comienzas a hablar con otra persona yo voy a subir un poco el volumen de voz como “oye te estoy hablando préstame atención”. Eso genera que los chicos sientan que tienen que bajar el volumen. Como el teatro es este mecanismo vivo, a mi no me molesta que el público se comporte como se quiera comportar.
Si yo sintiera que se ponen a hablar de fútbol o de cualquier otra cosa si sentiría la necesidad de decirle: ¡oye, presta atención! pero si están hablando de la obra, si están debatiendo el mensaje yo me sentiría mal de callarlos. En otro momento el profesor puede irlos educando de que ese mismo comentario puedes guardartelo o discutirlo al final de la función, que a los actores les perturba un poquito el ruido.
Yo prefiero un público inquieto y revolucionado a un público que esté aburrido, que les hayan dicho pórtate bien, si se mueven o hablan los sacamos del lugar, prefiero que sea un espacio en el que se sientan libres pero que a la vez vayan entendiendo que hay reglas de conducta como no pararse o hablar porque distraen. Creo que esas cosas se deben ir aprendiendo en lugar de llenar de restricciones. Me gusta que sientan que es un espacio en el que puedan expresarse con libertad.
Los animadores culturales hacen una reflexión sobre el comportamiento de los alumnos como público, ¿esto se armó como parte de la obra?
No es parte intrínseca de la obra pero es parte de la función didáctica, que es lo que el GTN hace con el British Council. Esta función didáctica tiene varias etapas: una pre función que se realiza en el aula; en este caso, les piden a los chicos pensar donde sienten que hay corrupción en su localidad, hacen sus pancartas y después vienen al teatro, durante la función, esta obra incluye una mediación que es lo que hacen los animadores culturales, la cual ayuda en este pase entre el mundo de la realidad y el mundo de la ficción, por eso actúan de colegiales que tienen una preocupación, al final de la obra aprenden algo por ejemplo “hemos estado usando el financiamiento de la promoción indebidamente” osea de algo le sirvió hacer esa reflexión.
La función didáctica tiene la mediación, la obra, la mediación final y el conversatorio; después tiene la post función que tiene que ver con lo que el profesor y los alumnos trabajan ya en el aula como procesos finales. En mi caso, me ha tocado encargarme de Trueno, me encargo del conversatorio más o menos porque trató de modelar un poco; sin embargo, me han consultado y he visto algo de los ensayos, he tenido un poco de opinión en cuanto a lo que es el cuento, lo mismo sucede con la pre función, nos contaron que iban a hacer lo de las pancartas.
Lo que queremos es que sea una experiencia 360 para el público que viene, que entiendan que ir al teatro requiere una preparación previa: búsqueda de información, ver la obra y después siempre una conversación en la que puedas hacer un trabajo post para evaluar que te quedó o qué preguntas te generó.
Creo que le estamos enseñando al público por eso se llama Formación de públicos. La idea es convertir al público en espectador, en activarlos, no solo ir a ver sino a interactuar. Que exista una experiencia que por ejemplo la crítica normalmente ayuda a ese proceso. La idea es que ustedes publican una crítica para motivar a la gente a acercarse al producto o para que los que ya vieron el producto tengan en cuenta un nivel de reflexión sobre esa experiencia.
Potente final
¿Podemos entender el final de Trueno, en el que participa el público, como como una reflexión para que ellos realicen una acción?
Lo considero una activación. Lo que físicamente queremos lograr es que sientan que para generar un cambio necesitamos de todos y para que la obra termine potente necesitamos que todos hagamos potencia, Carla sola no va a poder, entonces todos podemos darle un gran cierre a este espectáculo. De alguna manera estamos tratando de decirle al público: “Todos tenemos que apoyar, la democracia no es solo un tema de gobernanza sino que todos tenemos una participación activa, ¿que estás haciendo tú? ¿cómo puedes aportar?”.
Por otro lado, la democracia debe ser activa, cuando ves un acto de corrupción no creer que si denuncias no va a pasar nada, en realidad si somos varios los que comenzamos a denunciar probablemente si pasa algo. Una suma de acciones puede generar una sensación de justicia. Por ejemplo, lo que sucedió con la aerolínea y el el señor que trataba de salir del país. Alguien dijo no deberíamos dejarlo salir porque probablemente no regrese y quizás tenga algún impedimento de salida que aún no ha llegado.
Hicieron que demorara y terminó perdiendo el vuelo. Una persona se puso en un supuesto, incluyó otras personas y se dio cuenta que algo estaba mal. Una cadena de voluntades que trataron de parar algo, alguien comenzó a ser un sonido y varios lo siguieron. Eso genero que sea 15 días para el señor sin poder salir del país, si todos los demás nos sumamos podemos hacer algo más fuerte que pueda llegar a una prisión preventiva o lo que fuera. Es trabajo de todos, a veces creemos que porque no es mi función no me corresponde hacer algo.
Creo que de manera inconsciente estamos tratando de asumir que si nosotros queremos algo debemos formar parte, eso está planteado desde la obra. La propuesta de Chris, el dramaturgo, es la sensación de incremento y me parece potente, igual siempre estamos como buscando ajustarlo y que sea más espontáneo. Hemos pensado que en la primera función encendimos muy rápido las luces y la gente se asustó, el público bajó en intensidad, la siguiente encendimos la luz progresivamente. Soy el director y tengo que ir viendo como la comunicación entre el espectáculo y el público se va afinando.
Otros escenarios
¿No les gustaría implementar la obra en diferentes colegios?
Nos encantaría esa es un poco la idea, no sé muy bien como es la selección de los colegios pero cuando terminemos esta temporada con doce funciones la obra la pueden haber visto aproximadamente unos quince mil espectadores, por un lado me suena a un gran número de personas pero si te pones a pensar cuántos habitantes somos en Lima es un porcentaje bien pequeño.
Por un lado es ganar terreno por la gran cantidad de personas que van al teatro pero por otro lado es insuficiente en una sociedad de tantos millones de habitantes que muchas veces no tienen acceso a espacios como estos en los que se tocan tus temas. Esto es una semilla, conozco de otros ministerios como el Ministerio de Educación que ha generado una réplica de este tipo de formatos llevando obras a colegios para incentivar a temas, sé que están trabajando una obra sobre el alcohol porque ya en quinto de secundario muchos chicos creen que tomar es algo normal.
Es bueno que a través del arte toquemos esos temas que a veces son incómodos en el aula, como un profesor les habla a los chicos del alcohol, probablemente les diga como una advertencia pero a veces la ficción puede tocar el mismo tema sin ser tan estricto y el mensaje entra inconscientemente.
Esperemos que esto sirva de ejemplo para que haya réplicas de Formación de Públicos para adolescentes porque en el teatro, además que siempre es una situación vulnerable, no hay muchos productos para adolescentes, tienes teatro para niños y teatro para adultos pero casi nadie se dedica a hacer obras para un público joven, ahora se que hay una obra en cartelera pero muchas veces no hay ninguna en cartelera. Si quieres llevar a tu hijo, lo llevas o a ver una obra para niños o una obra para adultos en los que se tocan temas que todavía no les corresponde con su edad o que no le preocupan.
El mensaje
¿Un mensaje que le quieras dar a tu público que son los adolescentes?
Que su opinión importa y sobre todo haganle caso a esa intuición, uno sabe cuando está haciendo algo malo o cuando está presente un hecho delictivo, hay una sensación como un sustito, eso es una alerta que tenemos, cuando tu sientas eso hazle caso. Si alguien te llama y tu sientes esto, no vayas porque hay una alerta en ti, hazle caso a tu “pepegrillo”.
Todos tenemos una conciencia instalada que a veces nos da vergüenza sentir y dices no tal vez es buena gente. Todos los animales tienen ese detector de peligro y nosotros como animales lo tenemos, hay que hacerle caso. Existen muchos peligros, hay que ayudar a los chicos a decir no, sigue tu intuición uno sabe que es correcto e incorrecto.
Por ejemplo, con mi esposa tenemos miedo de dejar a nuestra hija ir a un paseo sola y que le pase cualquier cosa, pero debemos confiar en lo que le hemos enseñado, tiene que tener sus espacios sola, no todo el día va a estar con nosotros de la mano para que la protejamos, tenemos que confiar que ella ya se puede proteger por sí misma en algunos aspectos y zonas, darle la oportunidad de usar esa intuición que espero haber permitido que desarrolle. Los chicos tienen que aprender a seguir su intuición, su instinto de supervivencia, de protección y los adultos a escucharlos, a valorar sus opiniones y ayudarlos a empezar a decidir pronto.
¿Y a los padres?
A los padres que recordemos, normalmente los padres minimizamos las acciones que ellos realizan comparándolas con las nuestras. Cuando dicen: “papá estoy angustiado porque tengo tarea”, la respuesta usual es: “ya quisiera hacer tus tareas, yo tengo que hacer un informe”. Lo que tendríamos que recordar es que cuando eras chico, tú tenías esos mismos miedos.
Lo que para ti es la entrega de un informe, para el niño hacer su tarea es el equivalente, es la misma angustia. Otro ejemplo es cuando el chico empieza a hablar de política y le responden: “Tú qué sabes, tienes 15 años o 16”, en dos años tendrá que ir a votar, ¿en qué momento aprendió a dar su opinión sobre el tema?. Ayudémosles desde la empatía a valorar su opinión porque desde ella va a saber defender su dignidad, su honor, cosas que a veces como peruanos parece que no tenemos.
Aguantamos mucho, deberíamos ser más reactivos pero es porque todo el tiempo nos han hecho sentir que nos merecemos lo que nos toca. Nos dicen que tenemos los gobernantes que merecemos, a veces los gobernantes se disfrazan, nos engañan y tenemos derecho a decir ¡ya no, quiero cambiar esto!. Los padres debemos aprender a ser empáticos con los chicos, a acordarnos cómo nos sentíamos cuando estábamos del otro lado. Por otro lado, a escucharlos, incorporar sus opiniones y ponerlos en el lugar del que las toma para que entiendan lo difícil que es eso.
Por eso digo: “Hay que tratar de incorporar la voz de los chicos en el día a día y no esperar que decidan cuando son adultos porque no los has entrenado para decidir.”
Edición de Alejandra Leon: alejandra.leon@unmsm.edu.pe
Fotografía de Natali Conde: natali.conde@unmsm.edu.pe
El Club de Jóvenes Críticos es un programa del enfoque de Educación del Área de Públicos que se trabaja en colaboración con el @MediaLabUNMSM de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Estudiantes de la escuela de Comunicación Social, participan del programa que les permite entrenarse en la crítica de artes escénicas, a partir de la investigación, observación de los procesos creativos y entrevistas con los artistas y/o elencos que se presentan en el Gran Teatro Nacional.
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